Epilepsia en perros: signos, síntomas y medicación
10.10.2019.
Al igual que los humanos, los perros también pueden sufrir de epilepsia. La epilepsia es el trastorno neurológico crónico más común en perros y humanos. La epilepsia es una afección crónica que se caracteriza por episodios repetidos de convulsiones causadas por una anomalía en el cerebro. Aproximadamente 1 de cada 111 perros padece epilepsia.
Razas de perros
La epilepsia puede ser idiopática, estructural o reactiva. La epilepsia idiopática es la más común en perros. Este tipo de epilepsia suele afectar a perros jóvenes o de mediana edad (de 6 meses a 6 años) y se desconoce la causa de este tipo. Afecta a todos los perros: perros de raza pura, mixta y de diseño. Se cree que este tipo de epilepsia ocurre como resultado de factores genéticos y ambientales. Parece que algunas razas tienen más probabilidades de sufrir este tipo de epilepsia. Estas razas son Boyero de Berna, Labrador Retriever, Vizsla, Beagle, Pastor Belga, Keeshond, Border Collie, Pastor Ovejero Australiano, Border Terrier, Shetland Sheepdog, Boxer, Lebrel Irlandés, etc. Estos perros deben someterse a pruebas de epilepsia y, si la epilepsia es diagnosticado, no debe utilizarse para la cría.
ES BUENO SABER: Los perros con epilepsia generalmente experimentan su primera convulsión entre la edad de 1 y 3 años.
Los síntomas de la epilepsia.
Otro tipo de epilepsia en perros es la epilepsia estructural (o sintomática). Este tipo de epilepsia es causado por daño de las estructuras cerebrales (por ejemplo, lesión, tumor o infección). Estas anomalías se pueden confirmar mediante una resonancia magnética y / o un análisis del líquido cefalorraquídeo.
Finalmente, hay convulsiones reactivas que ocurren en respuesta a un problema temporal en la función cerebral. Estas convulsiones pueden resultar de la exposición a un estímulo específico, como una enfermedad (enfermedad hepática, niveles bajos o altos de azúcar en sangre, enfermedad renal, problemas de electrolitos, anemia, cáncer cerebral, etc.) o pueden ser una respuesta a la exposición a una toxina. Estas convulsiones no se consideran una forma de epilepsia, ya que no son causadas por una anomalía del cerebro.
Señales
Hay dos tipos básicos de convulsiones, generalizadas y focales. Las convulsiones generalizadas involucran ambos lados del cerebro y todo el cuerpo y se manifiestan en espasmos en las cuatro patas del perro. Las convulsiones focales se originan en una parte del cerebro y afectan un solo lado o una parte específica del cuerpo.
Las convulsiones suelen ocurrir de repente, sin previo aviso, y duran poco tiempo. A veces, antes de una convulsión, el perro puede esconderse, estar nervioso, lloriquear o buscar al dueño. De esta forma, el perro, que sabe que algo va a pasar, le dice lo mismo a su dueño. Durante la convulsión (que puede durar desde unos segundos hasta varios minutos), el perro generalmente se cae y comienza a temblar involuntariamente. La cabeza a menudo se echará hacia atrás. Algunos perros perdieron el conocimiento y la función corporal, por lo que pueden ocurrir micción, defecación y salivación. Después de la convulsión, hay confusión, desorientación, salivación. El perro puede parecer inquieto o incluso agresivo. Este período posterior a la convulsión puede durar desde unos minutos hasta varias horas. Aunque es difícil de observar, estas convulsiones no son dolorosas para el perro. Rara vez el perro se lastima durante una convulsión. Lo importante es evitar que el perro se caiga y golpee objetos sobre sí mismo. Si está cerca de un perro que está teniendo convulsiones, mantenga la calma. Mueva los muebles fuera del camino del perro para que no se lastime. No toque al perro y no le ponga nada en la boca (incluidas sus manos). El perro no se tragará su propia lengua. Al tocarlo a él y a su boca solo puedes empeorar las cosas, y el perro puede morderte sin querer. Apague las luces, la música y la televisión para reducir la estimulación ambiental. Es una buena idea cronometrar las convulsiones para que luego pueda decirle a su veterinario cuánto duró la convulsión. Observe la convulsión, los signos antes y después de una.
Una sola convulsión breve no suele ser peligrosa para los perros. Pero, si la convulsión dura más de unos pocos minutos o hay varias convulsiones en un período corto de tiempo (convulsiones en racimo), la temperatura corporal del perro está aumentando, el perro corre el riesgo de sobrecalentamiento y puede tener problemas para respirar. Esto puede aumentar el riesgo de daño cerebral. Durante este tipo de convulsión, puede encender un ventilador o aire acondicionado o rociar agua fría en las patas de su perro para enfriarlo.
Cuando cese una convulsión lleve a nuestro perro al veterinario. El veterinario tomará un historial médico y realizará un examen físico y neurológico para buscar las causas de las convulsiones de su perro. El veterinario realizará análisis de sangre y orina y, a veces, un electrocardiograma (ECG) para descartar trastornos del hígado, los riñones, el corazón, los electrolitos y los niveles de azúcar en sangre.
Medicamento
En la mayoría de los casos, la epilepsia en perros no se puede curar. Solo se puede controlar con el tratamiento y la medicación adecuados. El objetivo principal de toda la terapia con fármacos antiepilépticos es minimizar la frecuencia de las convulsiones y su intensidad. Al minimizarlos, se mejorará la calidad de vida del perro. Cuando su veterinario le recete medicamentos a su perro, escúchelo siempre, siga las instrucciones y nunca se pierda una dosis. Dele a su perro la medicación a la misma hora todos los días. Además de cualquier otro medicamento, los fármacos antiepilépticos también pueden tener efectos secundarios. Los efectos secundarios comunes incluyen aumento de la sed y el hambre, micción más frecuente, aumento de peso, letargo, jadeos, etc.
En el momento en que sospeches que tu perro puede sufrir de epilepsia, llévalo al veterinario y sigue sus instrucciones.
ES BUENO SABER: Una investigación muestra que los perros con epilepsia tienen un tiempo de supervivencia más corto. Viven aproximadamente entre 2,07 y 2,3 años menos que un perro sano de la misma raza, viviendo en las mismas condiciones.
World Dog Finder team
Compartir este